Las chinchillas son nativas de los Andes, existen varias
especies; las domesticas son del género Chinchilla
laniger. Suelen vivir una media de 10 años (las hembras son más longevas
que los machos), son roedores hervívoros y pesan entre 400-600 gramos.
Son unas mascotas encantadoras y muy sociables, pero son muy
asustadizas si no han sido sociabilizadas bien o no son manejadas con cuidado. Son
muy buenas, nunca suelen morder (a no ser que tus dedos huelan a comida), pero
no son adecuadas para niños porque tienen los huesos muy frágiles. Por la
noche, ingieren determinadas heces que le aportan muchos nutrientes y
vitaminas.
Necesitan un gran espacio para ellas; ya que les encanta
correr y saltar. Lo más adecuado son las jaulas de 1,5 m de largo x 0,80 m de
largo x 0,50 m de ancho con barrotes y de superficie lisa, para evitar
fracturas innecesarias, y de buena ventilación (los acuarios no son adecuados,
como ya hemos visto antes). En la jaula, es necesario que pongamos varios pisos
(más de dos); con objetos con el que puedan interactuar nuestras chinchillas.
Para los ejemplares tímidos o nuevos en
casa, es necesario poner un sitio para que puedan esconderse (una casita que no
puedan roer, y si lo hacen, que no sea perjudicial para ellas). Es recomendable
poner una hamaca (les encantan), una percha y demás juguetes. Escoja para su mascota una madera que no esté
tratada y no sea tóxica, como la madera de mora o de peral. Evite en la medida
de lo posible madera de cedro, de árboles cítricos y de bayas. Las piñas de los
pinos son excelentes juguetes, pero hay que hervirlos para que suelten toda la
resina. Respecto a ruedas para chinchillas, hay un tipo diseñada específicamente
para ellas que se llaman Flying soucer. Son difíciles de encontrar en las
tiendas, pero por internet las venden.
Es muy recomendable soltarlas (siempre con vigilancia) en un
sitio sin peligros y dónde puedan correr a sus anchas. Son roedores, por lo que
hay que evitar poner a su alcance todo lo que puedan destrozar y cualquier cosa
que sea peligroso para ellas.
Las chinchillas son animales que no sudan, por lo que tienen
que bañarse con arena para eliminar la humedad de su pelaje. Hay que habilitar una
bandeja o bañera (siempre fuera de la jaula) con la arena necesaria para un baño,
y una por animal. Podemos bañar a nuestra chinchilla una vez cada dos o tres
días, preferiblemente por la mañana, cuando ha cesado su actividad nocturna. Los baños duran alrededor de unos 5 minutos,
si no retiramos la bandeja tras este tiempo, tienden a volcarla o a hacer sus
necesidades en ella. La arena se compra en cualquier tienda de animales, es
específicas para ellas. Si vemos que el pelo de nuestra chinchilla esta
apelmazado y/o mate, se recomienda bañar con más frecuencia; ya que en los
sitios que existe más humedad, hay que bañarla más veces. Bajo ninguna circunstancia,
moje con agua a su chinchilla, ya que no se puede eliminar el agua del pelo
(esto puede llegar a ser mortal) y provoca la proliferación de hongos.
La jaula tiene que estar a una temperatura de unos 20 ºC, ya
que como no sudan, el golpe de calor es más frecuente y puede ser mortal. Si
hace mucho calor, meter una losa de cerámica en el congelador y ponérselo cerca
de la jaula para que note el frio y pueda refrigerarse. Notamos evidencias de
calor excesivo en las chinchillas cuando permanecen casi todo el día tumbadas.
Respecto al sustrato de la jaula, lo mismo que decíamos de
los conejos; no poner arena de gatos ni con excesivo polvo. Muy adecuadas las virutas
prensadas. Yo, personalmente, nunca escojo el serrín; crea muchas humedades y
es muy sucio.
El 80% de su dieta es heno y debe tenerlo siempre a su disposición.
Es la principal fuente de fibra y asegura el buen funcionamiento del aparato
intestinal, además del desgaste correcto de los dientes, ya que son de erupción
continua. Los henos más adecuados son los de Timothy (fleo) y los de alfalfa
(estos últimos se dan ad libitum en el crecimiento y muy poca cantidad en
animales adultos). A parte de esto, hay que dar pienso en forma de pellets, se
recomienda que sea homogeneo para que no seleccionen. Deben contener al menos del 20-35% de fibra.
Podemos dar de vez en cuando verduras o frutas. Nunca deben
de superar el 5% de su dieta (tienen mucha agua y pueden provocar desordenes
gastrointestinales), por lo que como máximo, daremos una cucharadita de postre
(siempre tenemos que empezar dando de menos a más cantidad). Dentro de las
verduras, pueden comer las de hoja verde como la acelga, espinaca, escarola,
endivia, berros, canónigos, rúcula, achicoria, hojas de zanahoria, alcachofa,
berza, grelos, apio, diente de león y trébol. Ocasionalmente podemos darle
fruta, como la manzana que es la más indicada. Muy esporádicamente como premio
se pueden dar frutos secos crudos sin sal. Nota: No dar cereales, si los vemos
en la composición del pienso, hay que comprar otro.