La pasterelosis es una enfermedad que afecta al tracto respiratorio de nuestros conejos.
Los síntomas incluyen
estornudos y ojos pegajosos, también puede
afectar a otras partes del cuerpo y causar infecciones de oído (da como resultado la inclinación de la cabeza), abscesos e
infecciones uterinas. La muerte súbita por septicemia es poco frecuente pero
puede ocurrir si no se trata a tiempo. A veces viene aparentemente de la nada,
ya que puede permanecer en estado latente durante años. Alrededor del 80% de
los casos pasterelosis se detecta a tiempo, por lo que la infección puede ser
detenida. Es a menudo una enfermedad endémica
en colonias de conejo y la adquisición de la infección en conejos jóvenes se
correlaciona con la prevalencia en los adultos.
Esta
enfermedad está provocada por Pasteurella
multocida que se encuentra de forma saprofita y
asintomática en el tracto respiratorio superior.
Se trata de una enfermedad de fácil contagio por vía aérea
entre animales muy cercanos, o también de forma directa por contacto de madres
a gazapos a través de estornudos, mucosidades, agua de bebida e incluso las
personas también pueden transmitirla.
Su localización es muy amplia y se debe a que una vez que
entran en el animal, están favorecidas por otros agentes infecciosos
concomitantes como Bordetella
bronchiséptica, Micoplasma o virus que, unidos a factores ambientales
externos desfavorables para los animales ,provocan la infección y su posterior
difusión por vías aéreas respiratorias y por la sangre a todos los órganos.
La mayoría de los conejos expuestos a esta bacteria,
albergan el microorganismo causante,y aunque no padezcan la enfermedad, actuando
como reservorios de esta (ya que permanece latente durante muchos años); por lo
que esta enfermedad puede convertirse en un problema crónico que es difícil de
controlar. Sólo un 11% de los conejos de casa, portan estas bacterias.
Podemos
encontrar diferentes formas de la enfermedad:
- Rinitis: Se
conoce como rinitis a la inflamación de la mucosa de las fosas nasales, que
cursa con estornudos, ruidos respiratorios audibles y secreción serosa o
mucopurulenta.
- Neumonía enzoótica:
Puede ocurrir la progresión de rinitis a neumonía. Los conejos afectados,
mueren generalmente de forma aguda sin mostrar signos clínicos de enfermedad
(especialmente los conejos jóvenes). No obstante, suele detectarse anorexia,
letargia, fiebre, disnea, taquipnea y posiblemente cianosis. Si la neumonía es
diagnosticada de forma temprana, una terapia antibiótica agresiva puede tener
algún efecto.
- Otitis media: La
extensión de la infección por P.
multocida de la nariz al oído medio ocurre probablemente a través de la
trompa de Eustaquio. La otitis media
puede ser asintomática o, en caso de afección del oído interno, el animal puede
desarrollar tortícolis. Es una situación habitual que se caracteriza por signos
clínicos como movimientos reiterados de la cabeza, caída de las orejas (si el
conejo es de orejas erectas) y suelen aparecer sintomatología del oido interno,
con implicación de los conductos semicirculares y alteración del equilibrio.
Aparece un exudado de color blanquecino y consistencia
cremosa en el oído medio, que puede ser tanto unilateral como bilateral. Es una
de las formas más habituales que se presentan en los conejos de
compañía.
- Conjuntivitis: La
conjuntivitis es una manifestación común. La inflamación del conducto
nasolacrimal puede producir la
obstrucción del mismo. Los conejos únicamente poseen un conducto lacrimal en
cada ojo, por lo que su oclusión desencadena una producción continua y excesiva
de lágrimas.
- Abcesos: Si Pasteurella entra en una herida (por una lesión o una
picadura de insecto),podemos observar como resultado un abceso. Los más comunes
son la mejilla o en la boca. Los abscesos ocurren con mayor frecuencia en la
boca si el conejo tiene maloclusiones (dientes torcidos), y sus dientes han
crecido lo suficiente como para lesionar la boca, proporcionando un espacio para
que la bacteria se asiente y prolifere.
- Mastitis, Metritis
y orquitis: Si una hembra con la bacteria da a luz, ella puede desarrollar
mastitis (abscesos en los senos) o metritis (infección uterina). Los machos
pueden padecer orquitis (infección de los testículos).
- Parálisis: Por
último, algunos conejos desarrollan parálisis en el tercio posterior en las
etapas avanzadas, incluso si los síntomas anteriores no eran evidentes.
Para la confirmación de esta enfermedad, no basta con
presenciar los signos clínicos; hay que realizar un cultivo microbiológico o un
test serológico de la enfermedad. Es muy importante no proceder al tratamiento
sin aislar la bacteria, y se recomienda hacer un antibiograma previo para ver a
que antibióticos es sensible la bacteria. En mascotas, suelen ir bien Enrofloxacina
o Doxiciclina. En ambos casos,
administraremos el antibiótico un mínimo de 7 días prolongándose si fuera
preciso siempre y cuando no aparezcan síntomas secundarios al tratamiento como
diarreas, que se pueden corregir con Lactobacillus
(yogurt). En casos más graves se recomienda la administración de fluidoterapia,
mucolíticos y broncodilatadores (Clorhidrato de Bromhexina) e incluso
diuréticos (Furosemida) de presentarse edema. En caso de que se den abscesos, sería conveniente la cirugía para drenarlos.
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